En una conversación única e inspiradora, nos sentamos con Anna Caula, una figura destacada en el mundo deportivo catalán. Con una trayectoria impactante y un papel clave en la organización de eventos deportivos, Caula comparte sus experiencias, perspectivas y visión para este CESA 2024.
El sello de Cataluña:
En el tejido vibrante de Cataluña, la habilidad para organizar eventos deportivos resplandece como un sello distintivo reconocido en todas partes. La oportunidad de ser anfitriones para aquellos de diversas procedencias se presenta como una ventana única para compartir la forma en que Cataluña vive y respira el deporte, facilitando un intercambio enriquecedor de conocimientos y experiencias.
La contribución de Cataluña:
Cataluña emerge como un anfitrión ejemplar al ofrecer no solo su territorio rico y diverso, sino también un rico tapiz de instalaciones deportivas y hoteleras. La descentralización de las sedes permite que este gran evento abarque todo el territorio catalán, proporcionando a niños y niñas de todas partes la oportunidad de participar y vivir este emocionante acontecimiento.
Mensaje a las ciudades anfitrionas del CESA:
La esencia de la vida y el dinamismo se concentra en estos días de competición, donde los valores del deporte se materializan. Es un momento de felicidad compartida, una experiencia que, como jugador o espectador cercano, deja una huella imborrable en la memoria. Estos días de convivencia son una oportunidad para aspirar a ser mejores que ayer, fomentando la competición sana y la ilusión que se refleja en cada mirada.
A los deportistas y voluntarios:
El mensaje del presidente es claro: ilusión y la creación de experiencias inolvidables son la esencia del sistema deportivo catalán. El voluntariado, arraigado profundamente en la cultura catalana, configura un sello propio. Este tejido conformado por clubes, asociaciones y personas que entienden la construcción comunitaria a través del deporte es una poderosa herramienta social. Invita a los deportistas y voluntarios a sumergirse en la ilusión y llevar consigo una experiencia que enriquecerá su mochila vital para toda la vida.
En resumen, Cataluña se presenta como mucho más que un escenario para el CESA; es un anfitrión de valores deportivos, diversidad y convivencia, dejando una marca imborrable en todos aquellos que participan en este extraordinario evento deportivo.
