«El balonmano es algo increíble, un deporte que te enseña mucho»

Eli Cesáro jugando | CBF Málga Costa del Sol

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Por los micrófonos del CESA ha pasado Eli Cesáreo, jugadora del Club Balonmano Femenino Costa del Sol, donde reflexiona sobre su trayectoria y da consejos a los más jóvenes.

Los inicios y su trayectoria

Eli decidió seguir los pasos de su familia en el balonmano, hasta convertirse en una presencia destacada en la escena internacional, la jugadora nos narra sus experiencias únicas. «Comencé a jugar a Balonmano cuando tenía 5 años, mi familia jugaba y decidí apuntarme», comparte Eli. A lo largo de los años, equilibró su pasión por el balonmano con el «esbart dansaire», un baile tradicional de su ciudad. Sin embargo, fue a los 14 años cuando ingresó a la Blume, completando los cuatro años del ciclo que abarcó desde tercero de la ESO hasta segundo de bachillerato. El destino la llevó al Sant Vicenç, donde jugó durante dos años, continuando simultáneamente con la selección catalana. Su habilidad destacada la llevó al Aula de Valladolid después de terminar el ciclo de la Blume y el bachillerato, antes de recibir la llamada de la selección absoluta a los 18 años, consiguiendo medallas importantes y varias participaciones en Mundiales, Europeos y hasta en los Juegos Olímpicos de Toquio. Tras dos años en Valladolid, se unió al Bera Bera, ganando tres ligas en tres temporadas. Luego, decidió probar suerte en el extranjero, en Francia, antes de regresar a España y establecerse en Málaga.

Experiencia en el CESA

Al preguntarle sobre su experiencia con la selección catalana, Eli destaca la importancia de los momentos compartidos con sus compañeras y la emoción de los campeonatos. «Son años de mucho disfrute, donde juegas con gente que muchas son tus amigas», añade con nostalgia.

Consejo a los más jóvenes

Cuando se le pregunta sobre el consejo que daría a los participantes del CESA 2024, Eli ofrece sabias palabras: «Mi consejo es que disfruten, que lo vivan como si cada campeonato fuera el último y que trabajen». Insiste en la importancia del trabajo diario, instando a los participantes a valorar cada oportunidad y a dar lo mejor de sí mismos.

El balonmano es una enseñanza de la vida

Finalmente, Eli reflexiona sobre el balonmano como una lección de vida. «El balonmano es algo increíble, un deporte que te enseña mucho, donde vives experiencias increíbles que luego se aplican en el día a día de tu vida», comenta. Destaca los valores vitales que el balonmano le ha inculcado y concluye con un consejo universal: «Quien algo quiere, mucho trabajo le cuesta… así que más es menos siempre. Todo lo que esté en tus manos para hacerlo mejor, hazlo». Una lección valiosa de una verdadera apasionada del balonmano.